El colegio se inauguró en febrero de 2009, rinde homenaje al líder Embera Katío desaparecido por las autodefensas, el cual desde entonces es un símbolo de la resistencia y sabiduría ancestral de su comunidad y para todos los indígenas en su lucha diaria contra las violaciones a sus territorios y al sustento de sus culturas. Con el colegio se parte de la idea de hacer presente la figura de Kimy más allá de la simple denominación, a través de una enseñanza acorde con los valores de fortaleza y comunidad que hicieron de su vida un itinerario arduo y combativo pero siempre con la coherencia y la integridad del que sabe muy bien cuál es la causa que defiende.